UN SISTEMA OPRESOR 

Alison Francisco Méndez 

Alisonfranciscom6—10@dgb.edu.mx

El patriarcado es un sistema de dominio en el que se muestra una invisibilización a las mujeres y un rechazo a todo lo femenino desde la perspectiva de la masculinidad. Por lo que se dará un enfoque en como el patriarcado afecta a las mujeres.

Esta se da origen desde el núcleo familiar por los roles establecidos por la sociedad de cómo debe ser una familia. Como el padre, que es el que lidera y se encarga de proveer los recursos económicos a la familia mientras que la mamá cuida de los hijos, del cuidado del hogar y de cumplir con las necesidades de su esposo.

Esto se debe a los hábitos, costumbres, religiones, ideas, perjuicios que se difunden en forma de roles que oprimen a las mujeres, afectando sus derechos y generando una desigualdad de oportunidades comparadas con las de un hombre. 

"... A las mujeres se les paga menos que a un hombre con el mismo trabajo y con el mismo puesto por el simple hecho de ser mujeres".

Ya que sus capacidades son “distintas” a comparación con las del hombre o simplemente son “trabajos que no son para el género femenino”.

Además no solo en el ámbito económico, también se les niegan oportunidades para aprender, se ve afectada su libertad de expresión y todo lo relacionado con el liderazgo, ya que, “las mujeres solo están para el seguir órdenes” ideología que aunque suene raro, aún existe. Aunque no se diga directamente está muy inculcada en nuestra sociedad.

Y así podríamos enumerar un sinfín de cosas en las que las mujeres se ven invisibilizadas, como la mujer dentro de la ciencia y los avances tecnológicos.

Este sistema en el que el género masculino domina se ve excusado por el sexo biológico, como ejemplo podemos mencionar a las mujeres en los trabajos pesados donde no es muy común ver mujeres en este tipo de trabajos ya que naturalmente las mujeres tienen menos fuerza física a comparación a la de un hombre, porque biológicamente nuestro cuerpo y esqueleto es diferente, por lo que sí se llegara a hacer una fuerza mayor a la que podemos podría generar fracturas, desgarres, etc.

Por otra parte este también genera un rol a la mujer, como debe de hablar, actuar, vestir y que actividades debe realizar para ser lo suficientemente “femenina” para un hombre. Ya que, si no se cumplen con estos estereotipos la sociedad no brinda el respeto que se merece por el simple hecho de ser una persona, un ejemplo que podemos mencionar es que el cómo vistes es sinónimo de cuanto respeto mereces, si usas una falda corta o un escote ya estás tachada de ser una prostituta o alguien que no se da a respetar. Esto nos hace darnos cuenta de la gran falta de valores que sufre nuestra sociedad, independientemente de cómo vista todos merecemos respeto.

De la misma forma en que existe la desigualdad en el ámbito laboral ya mencionado anteriormente, las mujeres sufren una gran sexualización, los que significa que ven y tratan a las mujeres como objetos, de su consumo. Por esta parte podemos mencionar la pornografía que gracias a esta se crearon estereotipos de cómo deben de ser las relaciones sexuales, se fomentaron más los estereotipos de cómo debe ser un cuerpo desnudo, sin mencionar que en esta industria existen violaciones, pedofilia, etc. Es increíble cómo no se le toma importancia a todo esto con tal de obtener su bendición propia, aunque no beneficio del todo, ya que se ha demostrado que se puede generar adicción y originar disfunción eréctil.

Sin embargo cuando una mujer no es de su consumo, los que hacen es denigrarla y discriminada.

Esta idea se expande generando situaciones de vulnerabilidad, de desventaja, pobreza y exclusión para las mujeres.

Este sistema no afecta al poder político o judicial, sino que nos afecta a todas y todos en nuestra identidad y en la forma en la que vivimos.